Te propongo un test: ¿Eres lo suficientemente ‘líquido’ como para encontrar trabajo a tu edad?

Enviado el 29 abril, 2016 en Actualidad, Portada | Sin comentarios (aún)

Te propongo un test: ¿Eres lo suficientemente ‘líquido’ como para encontrar trabajo a tu edad?

Fuerza de trabajo líquida. El concepto me golpea en la frente nada más encontrármelo. ¿No era la solidez una característica importante tanto en la vida personal como en el trabajo? ¿Qué me he perdido?

Sigo leyendo. En plena transformación digital, “las empresas necesitan algo más que una tecnología adecuada; necesitan aprovechar esa tecnología para permitir a las personas adecuadas hacer las cosas apropiadas en una fuerza de trabajo «líquida», adaptable, preparada para el cambio y con capacidad de respuesta”. Según la consultora Accenture que, hasta donde yo sé, ha acuñado el término (si obviamos el be water my friend de Bruce Lee), las empresas que triunfarán en el futuro no se limitarán a consumir más tecnología, sino que capacitarán a sus empleados para conseguir más a través de la tecnología.

En el informe Accenture Technology Vision 2016, las encuestas realizadas muestran que una profunda especialización en la tarea a realizar sólo ocupa el quinto puesto de las cualidades más valoradas por los directivos. Las que suben a los primeros lugares son otras como la habilidad de aprender deprisa o de hacer varias cosas a la vez o el deseo de abrazar el cambio. Esto refleja que se buscan candidatos que no sólo sepan de aquello para lo que se les contrata, sino que sean capaces de impulsar que la cultura corporativa de la organización evolucione en la dirección adecuada. Es decir, que ya no es suficiente ser un súper experto en algo. Ahora hay que mostrar desde el minuto uno una serie de habilidades mucho más sutiles y difíciles de aprender.

A priori estoy segura de que muchos de mis amigos cuarentañeros y cincuentañeros sin trabajo, sólidos donde los haya, se sienten plenamente confiados en encajar dentro de estas características. Y lo mismo podría decir de los que, aún trabajando, sienten que pierden relevancia día a día en sus empresas. Es decir, aunque se sienten lo suficientemente líquidos, no les está yendo demasiado bien en el entorno laboral. La pregunta es ¿lo son, lo somos? Si tú eres uno de ellos y estás harto de que los puestos de tus antiguos compañeros los ocupen jovencitos de 20 y 30 años, vamos a ver lo liquisoli (el equivalente al fofisano en el mercado laboral) que eres en realidad.

¿De verdad eres flexible? La mayor parte de tus compañeros y jefes más jóvenes esperan que, por el simple hecho de ser más mayor, te resistas al cambio. Y es posible que sea así, pero no les des la razón. En la próxima reunión deja que sea otro el que haga de abogado del diablo: date el gustazo de ser tú el que pone de manifiesto el lado bueno del cambio. Los dejarás con la boca abierta.

-¿Aprendes constantemente? ¿Estás a la última de lo que ocurre en tu sector? ¿Lees libros o publicaciones que te ayudan a mantenerte al día? ¿Los dejas encima de tu mesa para que otros vean que sigues aprendiendo? Ya no vale con ser competente, ahora hay que demostrar que eres capaz de reinventarte en un puesto de trabajo dentro de un ambiente que está en plena transformación.

-¿Sabes más que tus jefes? Sí, es duro sentir día a día que eres más sólido que ellos en conocimientos y experiencia. Pero quizá ellos han llegado ahí por otras razones. A lo mejor son más líquidos. O no. En cualquier caso, no vas a arreglar nada criticándoles a la primera de cambio. Y esos compañeros tuyos con más probabilidades que tú para llegar a jefes por su supuesta liquidez están tomando nota.

¿Te asusta la tecnología? Si eres un baby boomer o perteneces a la Generación X y contestas que sí, no te avergüences, ¡pero no se lo cuentes a nadie! Está prohibido presumir de que prefieres la Blackberry al iPhone porque tiene teclado, que los que pierden el tiempo en redes sociales son idiotas, que app para ti sólo significa hacia arriba en inglés. Búscate ya a un adolescente que te dé una clase rápida sobre memes y ábrete una cuenta en Twitter. A los reclutadores a los que tu edad les parezca una barrera les sorprenderá gratamente que tengas una vida online. A determinadas edades, esto ha dejado de ser opcional.

-¿Escuchas? Que a medida que nos hacemos mayores tendemos a hablar más y a escuchar menos es un hecho que todos los días nos recuerdan nuestros padres. Como suele ocurrirnos de manera inconsciente, te propongo que te hagas el firme propósito de limitar tus anécdotas y hacer más preguntas a tus compañeros, clientes y demás fauna laboral. Si encima sigues alguna de sus sugerencias y se lo demuestras, mejor que mejor.

-¿Te vendes bien? Según la empresa de recursos humanos Adecco, mientras los jóvenes fallan en las entrevistas de trabajo porque no hacen preguntas interesantes sobre el puesto que van a ocupar, los mayores lo hacen porque descuidan el marketing personal. Esto no quiere decir que haya que estar todo el día dando la matraca con lo bien que lo has hecho en el pasado, pero sí que hay que buscar las oportunidades para poner en valor la experiencia, la solidez. Por supuesto, con mucha humildad. La soberbia a determinadas edades puede verse como un claro síntoma de inseguridad.

-¿Estás conectado cuando sales del trabajo? No hay nada que diferencie más a un Millenial de un Baby boomer que la conectividad. Así que si tus compañeros más jóvenes permanecen pegados al móvil porque se ha convertido en un apéndice más de su cuerpo y contestan al jefe en millonésimas de segundo, tú no puedes ser menos. Disciplínate y chequea tus mensajes al menos cada media hora. Y si tienes que mandar un mensaje urgente a tu jefe, hazlo por whatssapp, no por e-mail.

-¿Desprecias la cultura moderna? No me digas que eres de los que creen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Rectifico: no importa si lo eres, pero jamás lo demuestres. No es pecado escuchar Kiss FM o ver Ochéntame otra vez, pero sí faltarle al respeto a las nuevas generaciones por su forma de vestir, su actitud más laxa ante el trabajo o su afición por los videojuegos. Cualquier día tu jefe será uno de ellos.

-¿Estás en forma? Sí, has leído bien. Hemos entrado en el terreno de la vida personal. ¿Por qué? Porque para ser más líquidos no nos queda más remedio que parecer más jóvenes aunque aparentemos nuestra edad. El ejercicio ayuda. Si un día apareces cojeando y todo el mundo sabe que haces cross-fit, nadie va a sospechar que estás pensando en operarte los juanetes. Ver Juego de tronos u otras series de moda, también.

Llegados a este punto, ¿te sientes liquisoli? ¿Has entendido que vas a tener que cambiar algunas cosas que van más allá incluso de las competencias profesionales para que no se te lleve por delante el tsunami de la transformación digital? Yo sí. La buena noticia es que, según Adecco, hoy los directivos responsables de contratar se decantan más a menudo por trabajadores mayores de 50 que por menores de 30. La mala es que esto está cambiando deprisa y que es una tendencia imparable. Ahora más que nunca, la transformación ha de empezar por uno mismo.

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