
“Acabo de leer la entrada de tu blog sobre planificación. Me gustaría conocer tu forma de planificar una novela, ¿es posible?”, me pregunta Marian, una amable lectora.
¡Cómo no! Reconozco que la planificación de mis primeras novelas, aunque intensa, fue cien por cien intuitiva. Es en esta última en la que he seguido un método más profesional, tras seguir un curso de novela en Fuentetaja (creo que ya os hablé de mi súper profe, Leo Sánchez).
Pues bien, Marian et al, aunque como dicen cada maestrillo tiene su librillo, hay una serie de pasos que funcionan y simplifican la labor del escritor a lo largo de todo el proceso. Son los siguientes, no necesariamente por este orden:
1-Elaborar la sinopsis: Se trata de poner sobre un papel lo que queremos contar. Es el momento de pensar en el conflicto principal al que se va a enfrentar el protagonista, darle vueltas a cómo pensamos resolverlo y qué cambio queremos que experimente al final. Y de tener claro ese tema o trasfondo que nos lleva a escribir esta historia y no otra (dicen que Gabriel García Márquez sólo abordó un tema en toda su obra: la soledad de América Latina). Al escribir la sinopsis tal y como le contaríamos a alguien que nos preguntase de qué va la novela, nos daremos cuenta de si es consistente y por dónde flojea. Si, una vez terminada, nos suena bien, habremos avanzado mucho.
2- Planificar la acción: ¿Qué va a pasar en tu novela? ¿Tienes ya claro cuáles son los momentos clave? Anótalos. Seguro que alguna escena ya te ronda la mente, de esas que van a ser fundamentales. Escríbelas. No te preocupes si aún no hilan bien unas con otras. Todo llegará.
3- Diseñar los personajes: Una de las cosas más complicadas es conseguir un elenco de personajes creíbles, originales, variopintos y atractivos para el lector. Por eso conviene pensar en ellos antes de lanzarse a escribir. Y de uno en uno. Deberemos construir el perfil desde todos los ángulos posibles: rasgos físicos y psicológicos, biografía, qué le va a pasar en la novela, cuál es su función… Muchos de los aspectos que usemos en la caracterización no aparecerán en la trama, pero a nosotros nos ayudarán a que los personajes resulten coherentes cuando pensemos y escribamos sobre cada uno de ellos.
4-Establecer una cronología: A mí me ayuda mucho crear una hoja Excel en la que aparezcan las fechas en las que transcurre la novela para no tener que ir constantemente adelante y atrás a ver si cuadran. Si se trata de una narración lineal, no es tan fácil perderse. Pero si empieza in media res o hay constantes flashbacks, es fundamental. Es más, si la trama transcurre a lo largo de varios años, a mí me ayuda apuntar la edad de los personajes principales al lado de las fechas.
5- Estructurar la trama principal: La parte mollar de la novela, ese conflicto que se le plantea al principio al protagonista y que no se resolverá hasta el final, has de tenerla muy clara desde el principio. Es como la hoja de ruta que irá marcando el tempo de la acción e irá pidiendo que entren los tres puntos de giro (los elementos que modifican la dirección de la trama y obligan al protagonista a reaccionar en un sentido u otro) cuando corresponda. Trabajarla bien al principio ahorra mucho esfuerzo cuando ya estamos enfrascados en la escritura. Recuerda: planteamiento, nudo y desenlace.
6- Definir el resto de las tramas: En toda novela que se precie pasan más cosas además del desarrollo del argumento principal. Para empezar, hay una subtrama emocional, en la que se desarrolla el tema elegido más allá de la acción. Y una serie de tramas secundarias al servicio de la principal. Conviene tenerlas presentes antes de empezar.
7-Hacer una sinopsis por capítulos: Odio esta parte, pero es tan importante… Digo que la odio porque, a estas alturas, lo que me gustaría es lanzarme a escribir y que cada personaje fuese haciendo de las suyas según me pida el cuerpo. ¡Error de principiante! Para que el conjunto de la novela sea consistente, es muy importante que cada capítulo tenga un fin, unos objetivos, que contribuyan a hacer avanzar la trama principal de alguna manera. Lo ideal es tener claro en qué capítulos van a entrar los puntos de giro, de modo que haya un equilibrio. Y, a partir de ahí, ir rellenando.
8-Decidir sobre el punto de vista y el narrador: Este momento, sin embargo, me encanta. Prácticamente en el instante en que se me ocurre una idea sobre la novela, sé quién y cómo quiero que sea la voz que la guíe. Pero una vez hecha la sinopsis por capítulos tienes las ideas mucho más claras, y es el momento de ver qué versión de los hechos vas a contar (primera, segunda, tercera persona). Y en qué tiempo verbal. ¡Es tan importante acertar! En mi última y aún no publicada novela, me he animado con diferentes puntos de vista, lo que siempre es arriesgado. Pero me atrevo a decir que funciona…
9-Escribir el primer capítulo: Llega la hora de la verdad. Con todo claro en nuestra cabeza y sobre el papel, hay que tocar los primeros acordes. Afinar la voz, vestir al prota con sus mejores galas y empezar a dar pasos, sin prisa pero sin pausa. A este primer capítulo hay que dedicarle todo el tiempo que sea necesario: lo normal es que la primera versión no quede perfecta. Tendremos que reescribirlo hasta que tenga los elementos necesarios para que nuestros lectores se animen a seguir leyendo. ¿O no recordáis primeros capítulos tan impactantes que siguen en vuestra cabeza con el paso de los años? Pues eso.
Estas son sólo unas pequeñas pistas para saber por dónde comenzar la aventura. A partir de aquí, ¡empieza lo bueno! Pero, ante todo, recuerda que es tu novela y que tienes derecho a cambiar de opinión sobre ella todas las veces que lo necesites. Es posible que esta primera planificación quede en agua de borrajas porque decides rectificar hasta en quién es tu protagonista. ¿Y qué? Lo importante es que lo disfrutes.
Gracias por compartirlo. Es muy claro y me vendrá muy bien
¡Gracias a ti por la idea!
Hola Sonia, me gusta tu manera de organizarte para escribir una novela, me parece ideal. He navegado en busca de ideas para planificar mi novela y no caer en novatadas jejeje y agradezco encontrarme con la tuya 😀
Un abrazo!!
Janna, ¡mucha suerte!